domingo, 25 de enero de 2009

Una lección académica.


El decano salió airoso en su visita a Sportivo Belgrano, al derrotar por cuatro tantos contra uno al bicho verde, y no solo en el resultado se notó la diferencia.

Los primeros minutos fueron de incertidumbre para ambos equipos. estudiándose. La primera llegada clara la malogró Belgrano, en un centro enviado por la banda derecha, el nueve del bicho en dos tiempos remato cruzado a la derecha de Arzelán cuando este ya nada tenia por hacer, y así crecía el entusiasmo del equipo y la hinchada local. Pero este entusiasmo empezó a crecer para Libertad cuando en una jugada preparada el defensor Sebastián Ten no pudo rematar cómodamente y las cosas se emparejaban.

Cerca del cuarto de hora llegó el grito de gol cuando Juan Romero enfiló hacia adentro del área por el sector derecho y remató acasionando el rebote aprovechado por el enganche "Curry" Gallardo quien ingresaba por desde la izquierda. Primera lección para el bicho.

Con el dominio del partido Libertad no se conformó y siguió insistiendo ante la insignificante voluntad de Belgrano. Y en una pelota divida por el sector izquierdo entre el ultimo hombre del equipo verde y chiquitín "Curry", éste aprovechó el error del defensor y ante el mano a mano con el arquero le sirvió la pelota al "Chano" para que este definiera con un toque sutil en el arco vacío. Segunda lección para el bicho.

Ya en el segundo tiempo Belgrano salió decido a buscar el empate pero libertad siempre se mostraba firme, hasta que en una jugada de corner Sebastián Ten salió a toda velocidad por el sector izquierdo, cruzó la mitad de la cancha abriendo la jugada hacia Juan Romero jugando la pared hacia el medio con su asistidor, Ten viendo la llegada del "Chano" Fernandez por la derecha lo asistió dejándolo mano a mano con el arquero y dio la tercera lección al Bicho verde.

Con el partido asegurado y la pelota en los pies visitante, Libertad dio su cuarta lección con la cabeza del recién ingresado Eduardo Rivadeneira definiendo al primer palo del uno del bicho.

El público local se había retirado del encuentro cuando el irregular arbitro salteño cobró un dudoso penal para el local, aprovechado por Iván Taboada cerró el marcador en 4 a 1.

El público visitante en ese momento se sintió como en su casa, y festejó el gol de Taboada de manera irónica. Fue observador de las lecciones académicas y acompañaba las jugadas del decano con el ooole ooole en cada toque. El decano ganó, gustó y goleó, siguió el procedimiento al pie de la letra para dar una gran lección.

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